Entre los 49 y 53 años la mayoría de las mujeres llega a la menopausia.
La menopausia, que es la última menstruación, indica que no ovulará más. A partir de entonces no podrá parir hijos. Aunque la menopausia es un hecho puntual, a su alrededor se producen cambios. A este periodo de cambios se lo llama “climaterio” o “perimenopausia”.
En la perimenopausia, algunas mujeres se quejan de sofocos, palpitaciones, irritabilidad, olvidos. Otras de dolor de cabeza, ansiedad, sequedad de la piel. Algunas manifiestan que ya no se excitan; acaso confunden la disminución de la lubricación vaginal con la falta de deseo. Aunque molestos, estos signos —los manifiestos— son los más conocidos y afortunadamente no producen verdaderas complicaciones de salud.
Pero, como consecuencia de la menopausia, suelen presentarse otros cambios que no producen malestar ni llevan a la consulta médica. Son cambios mudos porque pasan inadvertidos, a menos que el diagnóstico médico los ponga en evidencia. Pero si estos síntomas mudos no son correctamente tratados, pueden afectar la salud de la mujer de manera irreversible y poner en riesgo su vida.
1 comentario:
Gracias es fundamental conocer eso.
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