Es la pregunta que se hace, en algún momento, toda mujer al borde de los cincuenta. Hace cálculos. Descubre que todavía tiene por delante otros treinta años, quizá más. Casi la mitad de la vida. Un tiempo equiparable a los años transcurridos desde su primera menstruación.
¿Serán esos próximos años la continuación de su vida anterior, o se trata de una nueva etapa?
Por primera vez, como si toda la dedicación brindada al cuidado de los otros le sirviera para justificarse, descubre que ella quiere vivir su vida. Aprovechar los años que tiene por delante.
Este cambio, entendido hasta ahora como un momento de desarrollo psicológico, también se produce por una nueva realidad biológica: el cerebro femenino inaugura su gran cambio hormonal. La acostumbrada secuencia de estrógenos y progesterona de los ciclos menstruales es reemplazada por la constancia. Su cerebro ahora está dispuesto a otra empresa: ella misma.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario